Cutty Sark vuelve a poner de moda las fiestas clandestinas en Madrid

Marina Miján

«Impresionante». Así definen los asistentes del viernes 13 la fiesta clandestina del año, la Secret Club de Madrid.

Conseguir una de las 25 entradas dobles para uno de los acontecimientos del año era sencillo: agregar a William McCoy en Facebook y, una vez te aceptase, mandarle un privado indicándole el nombre completo de las dos personas que disfrutarían de la fiesta, DNI de ambas y el día que te gustaría ir a la fiesta (jueves 12, viernes 13 o sábado 14) y por qué.

Si la metodología era fácil, lo que no lo era fue conseguir ser uno de los más rápidos. Todo el que se enteró quiso acudir a la fiesta clandestina. Tal fue así que las entradas para los 3 días de fiesta se agotaron en sólo 3 días.

Una vez conseguías estar en la lista de admitidos comenzaba el secretismo, el misterio y la intriga. A través de privados, el propio William fue informando de los detalles del encuentro. La quedada para burlar la ley seca tendría lugar en un local clandestino de alguna zona de Madrid cuya dirección sólo conocían los asistentes. Otro de los elementos que sólo conocían los asistentes fue la contraseña en inglés que había que decirle a Sam, el portero neoyorquino; una contraseña que tuvieron que cambiar según avanzaba la semana debido a la respuesta masiva de gente que quería presentarse.

Desde las 8 de la tarde a casi las 12:30 de la noche, los invitados pudieron disfrutar de una auténtica fiesta clandestina americana. Camuflado de carnicería, en el local se cuidó de hasta el más mínimo detalle.

La repetición de la contraseña hasta en 3 ocasiones a distintas personas encargadas del acontecimiento y la confirmación de la invitación mediante nombre y apellidos daba paso a todo un escenario ambientado en el mundo de la clandestinidad.

Sombreros y tirantes para ellos y collares y diademas para ellas como «regalo de bienvenida». Música en directo, Djs, bailes, chupitos, cervezas y cócteles de Cutty Sark en tazas y comida americana (mini hamburguesas, aros de cebolla, nuggets, rollos y brownies) transformaron el día lluvioso de ayer en un magnífico día.

Sin embargo, la fiesta no termina aquí. Otros 50 privilegiados podrán disfrutar hoy de otra Secret Club en Madrid. iDisfrutadla! Y a los poco afortunados que no consiguieron entradas, suerte (y rapidez) a la próxima.